De alguna forma
Termino durmiendo en mi cama
Tres o mas veces a la semana
A mi me gustaba sentir su cuerpo desnudo
Contra el mío debajo de las sabanas
Y escucharla respirar tranquila
Durante horas enteras
La observaba entre las sombras
Del cuarto que se había convertido
En nuestro pequeño universo.
Me sometía
A la contemplación de sus gestos
Hata que la luz comenzaba a entrar
Por la ventana y el despertador
Arruinaba el misterio.
Ella tenia pesadillas
Largas noches de malos sueños
Gemía y se retorcía
Y lloraba dormida
Muchas veces me asusto
Cuando de repente se sentaba
En la cama en mitad de la noche
Los ojos perdidos en la nada oscura
En un tiempo lejano
Que jamás seria olvido
Tardaba algún tiempo
En volver a la habitación
A mi lado
Existía una poderosa fuerza
Que la arrastraba hacia otra parte
Yo intente consolarla
Contenerla
Acompañarla
La abrazaba en las sombras
Y le besaba la frente
Ella no hablaba
No podía hacerlo
Y era inútil que la intimara
Así que nos quedábamos
En silencio y abrazados
En ese, nuestro pequeño universo,
Esperando que todo pasará.
Yo no podía salvarla
Aunque eso quería
Hoy, no se,
Si tan siquiera puede ayudarla
Pero la abrace lo mas fuerte que pude
Y trate de estar a su lado
Una noche se dio cuenta
Que yo ya no dormía
Que solo descansaba con los ojos entreabiertos
No le dije lo que hacia
No enteramente
No le dije que observaba su sueño
No le dije que estaba alerta
Para cuando “todo eso” regrese
No se lo dije…
Pero creo que ella
supo entender mi silencio.
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30 junio 2010
29 junio 2010
Dejavú
Ya no le quedaban
Demasiadas alternativas
O empezaba mentir de corrido
Y sin meditarlo demasiado
O…
Comenzó el llanto.
Siempre es lo mismo
Ellas lloran
Sea por culpa tuya
O de ellas
Ellas… lloran.
Muy pocas veces
Las mujeres me inspiran pena
Cuando las veo llorar
Sin saber porque lo hacen
Tal vez eso sea
Por su culpa
No lo se.
Ahí estaba
El rimel corrido
El aire no le pasaba
Por la garganta
Tenia espasmos…
Yo no podía entenderlo
En aquel entonces
Hoy…
Creo que simplemente
Era miedo
A mi a ella
A nosotros… a todo.
Veo pasar los capítulos
De mi vida
Que ellas encarnaron
Me creía tan distinto
Con cada una
Pero simplemente
Era un cambio de camisa
De corte de pelo
De algunas palabras
Un puñado de símbolos
Pero seguía siendo el mismo
Y ellas también.
Me pidió perdón
Debió simplemente decir
Que lo sentía
Y no esperar una respuesta favorable
De mi parte.
Hacia tiempo que
Ya no quedaba nada
A veces es mejor partir
Y ahorrar palabras
Cuando llegue a mi casa
Encendí un cigarrillo
Y deje que el teléfono sonara
Al encender la radio
Empezó a sonar
Un viejo tema de spinetta.
Me recosté en el sillón
Dispuesto a dejar que las horas
De esa tarde
Murieran.
Dejávu by Juan Pablo Alegre is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Argentina License.
Demasiadas alternativas
O empezaba mentir de corrido
Y sin meditarlo demasiado
O…
Comenzó el llanto.
Siempre es lo mismo
Ellas lloran
Sea por culpa tuya
O de ellas
Ellas… lloran.
Muy pocas veces
Las mujeres me inspiran pena
Cuando las veo llorar
Sin saber porque lo hacen
Tal vez eso sea
Por su culpa
No lo se.
Ahí estaba
El rimel corrido
El aire no le pasaba
Por la garganta
Tenia espasmos…
Yo no podía entenderlo
En aquel entonces
Hoy…
Creo que simplemente
Era miedo
A mi a ella
A nosotros… a todo.
Veo pasar los capítulos
De mi vida
Que ellas encarnaron
Me creía tan distinto
Con cada una
Pero simplemente
Era un cambio de camisa
De corte de pelo
De algunas palabras
Un puñado de símbolos
Pero seguía siendo el mismo
Y ellas también.
Me pidió perdón
Debió simplemente decir
Que lo sentía
Y no esperar una respuesta favorable
De mi parte.
Hacia tiempo que
Ya no quedaba nada
A veces es mejor partir
Y ahorrar palabras
Cuando llegue a mi casa
Encendí un cigarrillo
Y deje que el teléfono sonara
Al encender la radio
Empezó a sonar
Un viejo tema de spinetta.
Me recosté en el sillón
Dispuesto a dejar que las horas
De esa tarde
Murieran.
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28 junio 2010
Consorcio 67
El vivía dos o tres pisos
encima de mi departamento,
nunca me importo saberlo.
Su imagen de borracho alegre
siempre me pareció demasiado hipócrita.
Pero nunca molesto a nadie.
La mayoría de las madrugadas
dormía en la puerta del edificio,
una sobredosis de vino y cerveza
creaba en el la imposibilidad motriz
de subir una escalera.
Pero siempre mantuvo la decencia
de no pedir ayuda.
Ya lo dije
nunca molestó a nadie.
Conversaba con el las tardes
de los martes
ese día yo no trabajaba
él nunca lo hacia.
La cortesía de los mates
nunca nos convirtió en amigos,
a mi me molestaba su olor
a prostituta vieja,
a él, si alguna vez le molesto algo,
fue no tener nada que beber
o tal vez el hecho de estar vivo,
no podría asegurarlo.
En el edificio vivía mucha gente,
después de quince años solo lo recuerdo
a el y a su olor.
Un lunes de julio nevó.
La chusma y hasta los decentes
se aglomeraron en las plazas para disfrutar
del espectáculo meteorológico,
y yo también.
El murió congelado en la acera.
Ahora paso los martes solo con el mate
y los cigarrillos en una tarde eterna.
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encima de mi departamento,
nunca me importo saberlo.
Su imagen de borracho alegre
siempre me pareció demasiado hipócrita.
Pero nunca molesto a nadie.
La mayoría de las madrugadas
dormía en la puerta del edificio,
una sobredosis de vino y cerveza
creaba en el la imposibilidad motriz
de subir una escalera.
Pero siempre mantuvo la decencia
de no pedir ayuda.
Ya lo dije
nunca molestó a nadie.
Conversaba con el las tardes
de los martes
ese día yo no trabajaba
él nunca lo hacia.
La cortesía de los mates
nunca nos convirtió en amigos,
a mi me molestaba su olor
a prostituta vieja,
a él, si alguna vez le molesto algo,
fue no tener nada que beber
o tal vez el hecho de estar vivo,
no podría asegurarlo.
En el edificio vivía mucha gente,
después de quince años solo lo recuerdo
a el y a su olor.
Un lunes de julio nevó.
La chusma y hasta los decentes
se aglomeraron en las plazas para disfrutar
del espectáculo meteorológico,
y yo también.
El murió congelado en la acera.
Ahora paso los martes solo con el mate
y los cigarrillos en una tarde eterna.
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27 junio 2010
Memorias de una escoba vieja
Mientras vivió no supo a quien odiar más
a la monstruosidad
de su padre golpeador
o a la difunta madre
que lo abandonó
en las manos de ese ser a quien
,como dije,
mientras vivió,
llamó papá
Él nunca le tuvo miedo a la oscuridad
o a los payasos
ni al diablo ni a la parca de la soledad
el único temor que mantuvo mientras vivió
fue al eco de sus pasos
tras la puerta de su habitación
De su vida se poco
Se
que tenía tres costillas rotas
que su tabique bien podría haber sido
señal de tránsito
y que, a sus dieciséis en la escuela
ya había agotado las excusas por enfermedad
Un día volcó un vaso de agua
que no llegó a romper
y sus siguientes tres y últimas semanas
las pasó en el hospital
Yo en aquel entonces
barría con una escoba vieja
para poder comer
Y el...
y el solo quería lo que mas podía llegar a querer
hasta que un martes lo logro
con una lagrima en un ojo
y entre dientes
susurró:allá voy, mamá
Memorias de una escoba vieja by Alegre Juan Pablo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Argentina License.
a la monstruosidad
de su padre golpeador
o a la difunta madre
que lo abandonó
en las manos de ese ser a quien
,como dije,
mientras vivió,
llamó papá
Él nunca le tuvo miedo a la oscuridad
o a los payasos
ni al diablo ni a la parca de la soledad
el único temor que mantuvo mientras vivió
fue al eco de sus pasos
tras la puerta de su habitación
De su vida se poco
Se
que tenía tres costillas rotas
que su tabique bien podría haber sido
señal de tránsito
y que, a sus dieciséis en la escuela
ya había agotado las excusas por enfermedad
Un día volcó un vaso de agua
que no llegó a romper
y sus siguientes tres y últimas semanas
las pasó en el hospital
Yo en aquel entonces
barría con una escoba vieja
para poder comer
Y el...
y el solo quería lo que mas podía llegar a querer
hasta que un martes lo logro
con una lagrima en un ojo
y entre dientes
susurró:allá voy, mamá
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17 junio 2010
ventiluz
Una y otra vez, y tal vez, una vez más
ventiluz by Juan Pablo Alegre is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Argentina License.
abandoné la mirada en la luna exenta de verdades no nombradas.
Pero yo no se si la luna está ahí,
perdida en una noche estrellada o si está muerta abrazandome desde el infierno.
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Si
Sí, como el agua
Si by Juan Pablo Alegre is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Argentina License.
que cae a media noche
en una inhóspita penumbra insaciable
sí, como el agua.
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nihilismo
la sublime superioridad
de todo lo que me rodea
me estrangula la yugular
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Deseo
Quiero lo que quiero
ansío nada de la nada en absoluto
y poco de todo lo que hay
pero quiero querer lo que tengo
quiero tener, al menos,
lo que quiero.
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ansío nada de la nada en absoluto
y poco de todo lo que hay
pero quiero querer lo que tengo
quiero tener, al menos,
lo que quiero.
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13 junio 2010
Todo Gira
Todo gira, todo cambia, todo se movía, se transformaba, yo me mareaba vos bailabas, todo fue tanto, todo es tan poco ahora, todo varia, todo desaparece, todo se consumía, todo era tan hermoso, tan triste.
Bebíamos de las copas de la perdición, jugamos a escaparnos de nuestras sombras, espalda con espalda, esperábamos que pasara el diluvio, que la vida tomara sentido. Todo era fe y esperanzas, promesas que no se cumplirían jamás, sueños inocentes.
Todo era nada, y la nada se perdía solo entre miradas, y tristes despedidas, todo era locura y emoción, todo se escapada de un golpe, todo se encontraba en dos soledades.
Todo fue eternidad y misterio
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Bebíamos de las copas de la perdición, jugamos a escaparnos de nuestras sombras, espalda con espalda, esperábamos que pasara el diluvio, que la vida tomara sentido. Todo era fe y esperanzas, promesas que no se cumplirían jamás, sueños inocentes.
Todo era nada, y la nada se perdía solo entre miradas, y tristes despedidas, todo era locura y emoción, todo se escapada de un golpe, todo se encontraba en dos soledades.
Todo fue eternidad y misterio
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12 junio 2010
Lluvia y Realidades
Una, dos, tres gotas cuento en la ventana indiferente... llueve aquí y en alguna otra parte... el viento suspira sobre los árboles y caen sus hojas muertas en el sin sentido de la tempestad inclemente ... la gente se apresura en sus agobiados pasos... sus espaldas cargan con el peso de todas sus sombras ... algunos con paraguas... otros acobijados en sus sobretodos... ninguno sin estar completamente mojado... vagan y corren a donde vayan ... con sus tiempos y sus relojes ... vaya a saber dios si algún día tendrán paz estos individuos que hace rato dejaron de ser humanos ... yo los miro a ellos... a través de la ventana... ellos no ven a nadie... es como un eclipse multitudinario ... aquí esta la espera... el café y los cigarrillos que me acompañan en esta saturación de realidades inentiendibles…
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te dejo
Ella volaba en las cenizas en un cielo desaparecido
como un ángel que habitaba en las grises crónicas
de un lugar donde no existe el olvido.
te dejo by Miruku is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Argentina License.
como un ángel que habitaba en las grises crónicas
de un lugar donde no existe el olvido.
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09 junio 2010
Caminante
En el camino del caminante
desaparecen los pasos que acaba de dar.
Pero el se reusa... esta negado a olvidar
a cada paso que da, se corta,
se hiere la piel.
cicatrices en forma de memoria
lo acompañan en su infinita soledad.
Caminante by Juan Pablo Alegre is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Argentina License.
desaparecen los pasos que acaba de dar.
Pero el se reusa... esta negado a olvidar
a cada paso que da, se corta,
se hiere la piel.
cicatrices en forma de memoria
lo acompañan en su infinita soledad.
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07 junio 2010
Noticias de hoy
Un chico muere en la acera
Hambriento y congelado
Los perros callejeros
Tendrán un festín esta noche
Un viejo de noventa y dos
Recibe el corazón de una joven de veintitrés
La semana próxima estará jugando al golf
Hoy es el aniversario
De consumados humanistas
En la televisión una modelo hace alarde
Del platico en su cuerpo
Y en su mente
¡Informe de ultimo momento!
Hombre desesperado se suicida
Salto del séptimo piso
¡si se apresuran verán sus tripas
Desparramadas en el asfalto!
- ¿A quien le importa quien fue?
¡Sus sesos están en la calle!-
En el periódico de hoy:
¡Se descubre la cura para el sida!
Siete personas en el mundo
Pueden pagarla.
Hoy hubo una manifestación
En pos de la ignorancia
Reclaman que se quemen
Todas las bibliotecas
¡ATENCION!
Dios ha bajado del cielo
Nadie sabe que dijo
No le prestaron atención
¡Milagro inesperado!
Rubia idiota sale en la televisión
¡Existe peinado nuevo!
Noventa por ciento de los hombres
Golpean a sus mujeres
Hijos sinceros
Confiesan que se lo merecían.
Cura solitario
Encariñado con adolescentes
Es hoy liberado bajo palabra
Y en servicio de dios.
¡Tsunami en Asia!
Millones de muertos
No importa…
Queda lejos.
Aurora boreal en Buenos Aires
No hay testigos
Telenovela nacional
Bate rating.
¡Nueva droga!
Simula el sexo y la felicidad
¡farmacias abarrotadas!
En el museo de la existencia
Desapareció la dignidad y la conciencia
Minutos antes de la caída del sistema…
Bueno, será otro día.
Del chico muerto solo
Quedan los huesos
El viejo juega al golf
Se legaliza la violación
Se masturban las estatuas en las plazas
Desaparecen las bibliotecas
Y catorce millones de chinos
Dios esta ofendido…
El hombre esta solo.
Nueva colección de zapatos… record de ventas
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Hambriento y congelado
Los perros callejeros
Tendrán un festín esta noche
Un viejo de noventa y dos
Recibe el corazón de una joven de veintitrés
La semana próxima estará jugando al golf
Hoy es el aniversario
De consumados humanistas
En la televisión una modelo hace alarde
Del platico en su cuerpo
Y en su mente
¡Informe de ultimo momento!
Hombre desesperado se suicida
Salto del séptimo piso
¡si se apresuran verán sus tripas
Desparramadas en el asfalto!
- ¿A quien le importa quien fue?
¡Sus sesos están en la calle!-
En el periódico de hoy:
¡Se descubre la cura para el sida!
Siete personas en el mundo
Pueden pagarla.
Hoy hubo una manifestación
En pos de la ignorancia
Reclaman que se quemen
Todas las bibliotecas
¡ATENCION!
Dios ha bajado del cielo
Nadie sabe que dijo
No le prestaron atención
¡Milagro inesperado!
Rubia idiota sale en la televisión
¡Existe peinado nuevo!
Noventa por ciento de los hombres
Golpean a sus mujeres
Hijos sinceros
Confiesan que se lo merecían.
Cura solitario
Encariñado con adolescentes
Es hoy liberado bajo palabra
Y en servicio de dios.
¡Tsunami en Asia!
Millones de muertos
No importa…
Queda lejos.
Aurora boreal en Buenos Aires
No hay testigos
Telenovela nacional
Bate rating.
¡Nueva droga!
Simula el sexo y la felicidad
¡farmacias abarrotadas!
En el museo de la existencia
Desapareció la dignidad y la conciencia
Minutos antes de la caída del sistema…
Bueno, será otro día.
Del chico muerto solo
Quedan los huesos
El viejo juega al golf
Se legaliza la violación
Se masturban las estatuas en las plazas
Desaparecen las bibliotecas
Y catorce millones de chinos
Dios esta ofendido…
El hombre esta solo.
Nueva colección de zapatos… record de ventas
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05 junio 2010
Metáforas Suicidas
En el momento exacto en el que uno deja de respirar, de una vez y para siempre, algo pasa; es como si el eterno espasmo que nos sacude con una tranquilidad irritable, nos mostrara algo más que le propio hecho de nuestra muerte.
Dejo de respirar ahora.
Mis manos tiemblan intranquilas, las personas me miran, no perciben en una cara extraña, desconocida, algún tipo de anomalía. Pasean, pasan, sonríen, hablan.
Mi pecho convulsiona, movimientos peristálticos en mi tórax, mis pulmones se impacientan, están sedientos. Escucho mi corazón, como un tambor y como un eco. Mi sangre, que ahora siento, fluye a un ritmo acelerado, al ritmo de un tango fatal. Mi carótida tiene un ataque de epilepsia y las venas de mi frente se hinchan y rellenan, no se porque me recuerdan a los cordeles del matambre.
Con mis ojos enardecidos y la conjunción sinfónica de todos mis síntomas dejo de ser invisible. Siento ruidos y palabras que me rodean, que me inundan. Una mano inocente en mi espalda intenta expulsar de mi algo que esta de más, algo que me hace mal; sin imaginar que lo que mi cuerpo quiere es algo que deberías entrar, sin pensar que haría falta mucha fuerza para sacarme los sesos de una palmada, el maldito cerebro se las ha ingeniado para que no pueda librarme de el.
Todavía no respiro, y no lo haré.
Escucho ahora la voz de mi padre o abuelo, no lo se. ¿Por qué haces esto chico? ¿Acaso no quieres vivir?. Los viejos, los mayores, siempre creen saber algo sobre la vida o de cómo debe ser vivida, aprovechada. La vida es una pregunta retórica, redundante, es una contradicción. ¿Quién puede saber algo más que eso?.
No respiro, ni lo haré, todavía tengo que esperar.
¿Lloraran en mi entierro? ¿Dirán lo maravilloso que fui, cuando nunca me lo dijeron, cuando nunca lo sintieron? ( en esto esta puesta la honestidad en juego ) ¿ Me recordaran y seré inmortal a través de los tiempos? ¿Me recordaran a mi o al que ellos vieron? ¿Me quemaran y tiraran las cenizas al viento, para que me convierta en aire y suelo y agua en la lluvia y en vida de nuevo?... ¿Y que me importa?, ya estaré muerto.
Sigo esperando. La sangre inyectada en mis ojos casi no me deja ver, mi corazón en mis tímpanos no me deja oír, la electricidad en mi piel que ya no siente nada, mi boca espumosa como el mar, comienza a ahogarse.
Sigo esperando, y mi mente torturada todavía no ha perdido la cordura. El desenlace lógico que trazó ha sido llevado a cabo y sostenido con entrega incorruptible.
Ahora escuchos su voz, única y poliforme, todavía me dice: te quiero, fui feliz, pero adiós. Y todavía le respondo: te amo, desde ahora y siempre. El amor fue y es mi vida, vida que ahora se me escapa como la arena entre las manos, como en un reloj de pocos granitos.
De a poco mi corazón deja de latir, mi sangre deja de correr, y cada pensamiento se alarga, se prolonga como la eternidad. No importa, si hay algo que aprendí en mi inmensa soledad, y lo digo sin ningún tipo de tristeza, fue a ser paciente.
Se acerca el momento. Ni túneles con luz, ni ángeles con trompetas, ni el tridente rojo que me pinché el trasero, ni mi vida en retrospectiva, ni imágenes ni sensaciones ni recuerdos.¡ Nada ¡. Estoy perdido en la vacía e infinita soledad limbica, limítrofe con la eternidad de la inexistencia. No me extraña, si la vida y la muerte son parte de la misma cosa -¿como esperar que sean diferentes?- creo que muero porque ya se y supe que era y es la vida y la muerte: son las dos caras de la moneda de la soledad, con la que alquilamos, por un tiempo, la existencia.
En el momento exacto en el que uno deja de respirar, de una vez y para siempre, algo pasa; es como si el eterno espasmo que nos sacude con una tranquilidad irritable, nos mostrara algo más que le propio hecho de nuestra muerte.
Y no esperen jamás que se los cuente, ya estoy muerto, aprendan de mi si lo desean, y sean pacientes.
Metáforas Suicidas by Juan Pablo Alegre is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Argentina License.
Dejo de respirar ahora.
Mis manos tiemblan intranquilas, las personas me miran, no perciben en una cara extraña, desconocida, algún tipo de anomalía. Pasean, pasan, sonríen, hablan.
Mi pecho convulsiona, movimientos peristálticos en mi tórax, mis pulmones se impacientan, están sedientos. Escucho mi corazón, como un tambor y como un eco. Mi sangre, que ahora siento, fluye a un ritmo acelerado, al ritmo de un tango fatal. Mi carótida tiene un ataque de epilepsia y las venas de mi frente se hinchan y rellenan, no se porque me recuerdan a los cordeles del matambre.
Con mis ojos enardecidos y la conjunción sinfónica de todos mis síntomas dejo de ser invisible. Siento ruidos y palabras que me rodean, que me inundan. Una mano inocente en mi espalda intenta expulsar de mi algo que esta de más, algo que me hace mal; sin imaginar que lo que mi cuerpo quiere es algo que deberías entrar, sin pensar que haría falta mucha fuerza para sacarme los sesos de una palmada, el maldito cerebro se las ha ingeniado para que no pueda librarme de el.
Todavía no respiro, y no lo haré.
Escucho ahora la voz de mi padre o abuelo, no lo se. ¿Por qué haces esto chico? ¿Acaso no quieres vivir?. Los viejos, los mayores, siempre creen saber algo sobre la vida o de cómo debe ser vivida, aprovechada. La vida es una pregunta retórica, redundante, es una contradicción. ¿Quién puede saber algo más que eso?.
No respiro, ni lo haré, todavía tengo que esperar.
¿Lloraran en mi entierro? ¿Dirán lo maravilloso que fui, cuando nunca me lo dijeron, cuando nunca lo sintieron? ( en esto esta puesta la honestidad en juego ) ¿ Me recordaran y seré inmortal a través de los tiempos? ¿Me recordaran a mi o al que ellos vieron? ¿Me quemaran y tiraran las cenizas al viento, para que me convierta en aire y suelo y agua en la lluvia y en vida de nuevo?... ¿Y que me importa?, ya estaré muerto.
Sigo esperando. La sangre inyectada en mis ojos casi no me deja ver, mi corazón en mis tímpanos no me deja oír, la electricidad en mi piel que ya no siente nada, mi boca espumosa como el mar, comienza a ahogarse.
Sigo esperando, y mi mente torturada todavía no ha perdido la cordura. El desenlace lógico que trazó ha sido llevado a cabo y sostenido con entrega incorruptible.
Ahora escuchos su voz, única y poliforme, todavía me dice: te quiero, fui feliz, pero adiós. Y todavía le respondo: te amo, desde ahora y siempre. El amor fue y es mi vida, vida que ahora se me escapa como la arena entre las manos, como en un reloj de pocos granitos.
De a poco mi corazón deja de latir, mi sangre deja de correr, y cada pensamiento se alarga, se prolonga como la eternidad. No importa, si hay algo que aprendí en mi inmensa soledad, y lo digo sin ningún tipo de tristeza, fue a ser paciente.
Se acerca el momento. Ni túneles con luz, ni ángeles con trompetas, ni el tridente rojo que me pinché el trasero, ni mi vida en retrospectiva, ni imágenes ni sensaciones ni recuerdos.¡ Nada ¡. Estoy perdido en la vacía e infinita soledad limbica, limítrofe con la eternidad de la inexistencia. No me extraña, si la vida y la muerte son parte de la misma cosa -¿como esperar que sean diferentes?- creo que muero porque ya se y supe que era y es la vida y la muerte: son las dos caras de la moneda de la soledad, con la que alquilamos, por un tiempo, la existencia.
En el momento exacto en el que uno deja de respirar, de una vez y para siempre, algo pasa; es como si el eterno espasmo que nos sacude con una tranquilidad irritable, nos mostrara algo más que le propio hecho de nuestra muerte.
Y no esperen jamás que se los cuente, ya estoy muerto, aprendan de mi si lo desean, y sean pacientes.
Metáforas Suicidas by Juan Pablo Alegre is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Argentina License.
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