- A veces se me da por pensar que puedo vivir sin vos. Que, en definitiva, uno está sólo toda la puta vida; con paredes y desiertos, con ese mar asquerosamente quieto que son las noches de nuestras vidas. ¿Entendes lo que digo?... Pienso, por ejemplo, que gastaría menos plata, que me preocuparía de menos cosas... no me importaría se las toallas están limpias, no sería un problema si la heladera va en 4 o en 5, no tendría que preocuparme si sos feliz conmigo... A veces se me da por pensar en estas cosas y de solo pensarlo me siento libre y solo, terriblemente solo. Entonces me pongo a cocinar arroz con leche, con un limón rayado y canela o chocolate. La casa se llena de ese olor dulce y espeso, que se parece un poco a la infancia. Pero es entonces cuando empiezo a sentir que la tristeza hace nidos en los rincones. Me saco la ropa, me acuesto sobre la losas del piso y creo que si respiro es solo porque el frío me atraviesa. Vos sabes muy bien que no soy de los que lloran... Pero a veces se me da por pensar que puedo vivir sin vos, con arroz con leche, libre y sólo, con nidos de tristeza, desnudo y frío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario